Un hombre de Irán fue ejecutado públicamente porque mató a su esposa por asfixia, la sentencia fue confirmada por la Corte Suprema. Las ejecuciones públicas son raras en Irán y a menudo se utilizan para intimidar a los críticos del régimen. Según Amnistía Internacional, el número de ejecuciones en Irán ha superado las 1.000 este año, el mayor en los últimos 15 años.
En Afganistán, un hombre fue ejecutado en un estadio de Khost por su implicación en un incidente de crimen en el que murieron 10 personas. La ejecución tuvo lugar frente a funcionarios y al público, y la familia de la víctima se negó a perdonarlo, invocando la ley del talión. Aunque las ejecuciones públicas han disminuido desde el regreso de los talibanes, los azotes públicos por otros delitos continúan siendo frecuentes.
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