En el marco de una audiencia en el Senado de Francia, Noël Corbin, director de la Inspección General de Asuntos Culturales, declaró que los ladrones que robaron joyas del Louvre el 19 de octubre podrían haber sido detenidos con solo 30 segundos de antelación antes de escapar. El problema principal fue la falta de reacción rápida por parte de los agentes de seguridad, que no vieron en directo las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia.
El senador Laurent Lafon subrayó que este robo no fue un incidente fortuito, sino el resultado de decisiones equivocadas en cuanto a la seguridad del museo. También se destacó un problema de comunicación de las auditorías de seguridad, especialmente después del cambio de dirección del museo en 2021. Tras el incidente, el ministro de Cultura ordenó medidas de urgencia para mejorar la seguridad, pero los empleados del museo están descontentos con la falta de recursos.
Las audiencias continuarán, incluyendo al ex presidente del Louvre, Jean-Luc Martinez, para aclarar las deficiencias de seguridad identificadas en el pasado.
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