Cuatro hombres búlgaros, de los cuales uno es fugitivo, están siendo juzgados en París por vandalizar el Memorial del Holocausto y otros lugares, aplicando graffiti con símbolos controvertidos. Tres de ellos reconocen los hechos, pero niegan cualquier vínculo con una operación antisemita orquestada por Moscú. El juicio se lleva a cabo ante la Corte Penal de París, y los sospechosos enfrentan hasta siete años de prisión.
En la noche del vandalismo, fueron sorprendidos aplicando graffiti en la pared del memorial, y el símbolo de 'las manos rojas' ha suscitado controversia en el contexto de las tensiones relacionadas con el conflicto en Gaza. La investigación ha sido facilitada por imágenes de vigilancia, y las autoridades sospechan una posible interferencia rusa en la operación. Cada sospechoso tiene un papel específico, y los cargos incluyen lesiones corporales agravadas y conspiración criminal.