10 noviembre 17:24
Internacional
www.profimediaimages
A las 9:05, las sirenas sonaron durante un minuto, marcando un momento de reflexión en toda Turquía. Los ciudadanos se reunieron frente a las cámaras de Atatürk en el Palacio Dolmabahçe, formando largas colas para depositar claveles sobre su lecho cubierto con una bandera turca. Las emociones fueron intensas, algunos visitantes rezando, mientras otros reflexionaban sobre el legado dejado por el Gran Líder. Los turcos consideran que cada niño anatolio tiene un deber hacia Atatürk, comprometiéndose a proteger la república y su legado. Mahir Ali Taş, un visitante, subrayó la tristeza del día, pero también la importancia de conmemorar a Atatürk, describiéndolo como un líder excepcional y un comandante de genio. Este día fue una ocasión de recuerdo y homenaje nacional por las contribuciones de Atatürk a la nación.