Un catamarán que transportaba a 55 pasajeros del barco de crucero alemán Mein Schiff 1 se hundió en la Bahía de Samaná, República Dominicana, debido a una infiltración. El incidente ocurrió durante una excursión para ver el atardecer, y los pasajeros, incluidos niños y personas mayores, se vieron obligados a nadar para mantenerse a flote.
Los equipos de rescate intervinieron rápidamente, logrando salvar a todos los pasajeros, aunque algunos sufrieron heridas menores. La Marina de la República Dominicana confirmó que el incidente fue causado por una falla en la quilla y comenzó una investigación para determinar responsabilidades. Los pasajeros fueron posteriormente devueltos al barco de crucero y recibieron compensaciones, continuando el viaje hacia Montego Bay, Jamaica.