Bulgaria, inspirada por Alemania y Hungría, ha solicitado una excepción por parte de EE. UU. para evitar las sanciones impuestas a la compañía petrolera rusa Lukoil, que posee la única refinería del país. El ministro búlgaro de Energía, Jecho Stankov, confirmó que la solicitud fue presentada a Washington a finales de octubre, después de que la administración Trump anunciara sanciones contra Lukoil y Rosneft, comenzando el 21 de noviembre.
El objetivo de esta solicitud es asegurar la estabilidad y continuidad de la producción de combustibles en Bulgaria, manteniendo así el nivel de precios. Hasta la reciente declaración, las autoridades búlgaras no habían anunciado públicamente la solicitud, y el período para el cual se solicitó la excepción no fue especificado. Alemania y Hungría ya han obtenido exenciones de sanciones, facilitando así su suministro de energía.
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