7 agosto 19:01

Internacional
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El brote de chikungunya en el sur de China ha provocado más de 7.700 infecciones confirmadas, la mayoría en la ciudad de Foshan. Las autoridades han aplicado estrictas medidas para limitar la propagación del virus, entre ellas el registro de la identidad de quienes compran medicamentos y un periodo de autocontrol para los viajeros en Guangdong. Las críticas de la opinión pública se han intensificado, comparando las restricciones con las aplicadas durante la pandemia de COVID-19. El virus, transmitido por el mosquito tigre, es una amenaza mundial, con casos confirmados en 119 países. El cambio climático está contribuyendo a su proliferación.