Los agricultores griegos recurren a plaguicidas ilegales, más eficaces pero nocivos, lo que aumenta los riesgos para la salud y el medio ambiente.

En Grecia, los agricultores de Tesalia utilizan plaguicidas ilegales, más eficaces pero prohibidos, lo que plantea graves problemas de salud pública. Los análisis han demostrado la presencia de plaguicidas prohibidos en los productos agrícolas, y el 14% de los plaguicidas utilizados en la UE son ilegales, con porcentajes aún mayores en algunas zonas de Grecia. Las autoridades griegas reconocen el problema y trabajan para fomentar una agricultura segura, pero los agricultores, golpeados por la crisis económica y el cambio climático, se sienten obligados a recurrir a soluciones ilegales para sobrevivir.