Un barco de carga ruso, MIDVOLGA-2, fue atacado en el Mar Negro, a 80 millas de las costas turcas, mientras navegaba de Rusia a Georgia con una carga de aceite de girasol. La autoridad naval turca ha confirmado que el barco, que mide 140 metros de largo y navega bajo bandera rusa, no ha solicitado asistencia y se dirige al puerto de Sinop por sus propios medios. Según algunas fuentes, el ataque fue realizado con un dron kamikaze.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha expresado preocupaciones sobre la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, subrayando que los ataques con drones amenazan la seguridad de la navegación en el Mar Negro. Además, dos petroleros, Kairos y Virat, han sido atacados recientemente por drones ucranianos en la misma zona, y Ucrania ha reclamado los ataques contra estos barcos de la flota que ayuda a Rusia a eludir las sanciones internacionales. Otro petrolero, Mersin, fue dañado en el Atlántico, pero las circunstancias del ataque siguen siendo inciertas.
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