Lucian Scărlătescu, un rumano que vive en Italia, ha sido designado campeón mundial en la categoría 'Pizza Picante' en el Campeonato Mundial de Pizza en Calabria. El concurso reunió a pizzaiolos de 18 países, y Lucian impresionó al jurado compuesto por 50 expertos internacionales por la originalidad y el equilibrio de su preparación. Logró combinar ingredientes tradicionales italianos con acentos personales, rindiendo homenaje a los sabores mediterráneos.
Originario de Rumanía, Lucian abrió una pizzería en un pueblo cerca de Nápoles, donde transformó su pasión por la pizza en una forma de arte. Su éxito subraya el talento de los rumanos en la gastronomía mundial, trayendo un pedazo de orgullo nacional al ganar este prestigioso título.
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