
Răzvan Burleanu decidió, tras la reunión del martes 16 de septiembre que tuvo con Mircea Lucescu, que el seleccionador continúe al mando del equipo nacional.
"Que quede muy claro, no me aferro a esta posición. Vine porque era necesario en ese momento. Ahora he hecho un proceso de conciencia y he realizado que estos chicos pueden mucho más. Si no lo han logrado, es solo culpa mía en esto. Nos espera un partido muy difícil, y aquí hay una cuestión de orgullo nacional. Abordaremos de manera diferente este partido, esta competencia y confío en estos chicos que han demostrado que son capaces. Es imposible que no logremos ganar contra Austria, ¡imposible! Por eso en ningún momento se planteó la cuestión de mi dimisión o destitución, absolutamente para nada", declaró Mircea Lucescu.
Fuentes

