Los investigadores han verificado la teoría de Stephen Hawking sobre los agujeros negros, demostrando que su área aumenta como resultado de la fusión, utilizando ondas gravitacionales.

En la última década, la capacidad de los investigadores para analizar ondas gravitacionales ha avanzado significativamente, permitiéndoles confirmar una teoría formulada por Stephen Hawking en 1971. Han observado que, tras la fusión de dos agujeros negros, el área total del resultado es mayor que la suma de las áreas iniciales, de acuerdo con el teorema de Hawking. Recientemente, los detectores LIGO han registrado ondas gravitacionales de dos agujeros negros que se han fusionado, demostrando esta predicción. Este logro subraya los avances en astrofísica y la importancia del legado de Hawking en la investigación moderna.