Una mujer de Arad llamó al 112 para quejarse a un agente de policía que le pidió que se identificara porque había aparcado en un paso de peatones.

La mujer fue multada con 2.490 lei y se le suspendió el permiso de conducir durante 30 días por no acatar las instrucciones de la policía y negarse a identificarse. Llamó al 112 mientras la policía intentaba persuadirla para que se identificara, quejándose de que los agentes iban a retirarle el carné y a multarla.