Alexandru Rogobete, el ministro de Salud, explicó que, 10 años después de la tragedia de Colectiv, Rumanía no dispone de suficientes recursos para tratar a los pacientes con quemaduras graves. En la actualidad, el país solo tiene 35 camas para pacientes con quemaduras moderadas, y los casos severos son transferidos al extranjero debido a la falta de infraestructura.
La construcción de tres hospitales para grandes quemados comenzó en 2022, pero no estarán operativos de inmediato. Rogobete subrayó que, en 2021, los proyectos estaban bloqueados debido a la burocracia y la incompetencia. En el Hospital Floreasca, los trabajos de modernización comenzarán en 2024, pero las condiciones actuales no permiten tratar a los pacientes con quemaduras graves. El ministro reconoció que los pacientes con quemaduras graves mueren en días si son tratados en los hospitales rumanos, razón por la cual las transferencias al extranjero son necesarias.
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