Cătălin Predoiu, el ministro del Interior, anunció la firma de una orden que reorganiza radicalmente la actividad de la Gendarmería Rumana. Esta moverá las tropas de los puestos fijos de vigilancia, que protegen más de 1.400 objetivos, a patrullas móviles, aumentando así la movilidad y la capacidad de reacción.
Aproximadamente 3.000 gendarmes serán redirigidos de los puestos interiores hacia actividades de campo, y el número de puestos fijos disminuirá de 1.273 a 252. La tecnología jugará un papel esencial, con todos los objetivos conectados a la central de la Gendarmería, lo que permitirá una reacción rápida y eficiente. Esta reorganización tiene como objetivo aumentar la eficiencia y reducir los gastos a medio y largo plazo, con el fin de mejorar la seguridad pública.
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