El proveedor francés Alstom ha impuesto un embargo sobre las cuentas de Metrorex, generando presiones sobre los pagos salariales de los empleados. El conflicto surgió a raíz de los retrasos en la puesta en funcionamiento de los 13 trenes Metropolis, adquiridos en 2020 para la Línea M5. Aunque el contrato se firmó con un plazo de entrega de 30 meses, los trenes no han recibido las aprobaciones necesarias y aún están en pruebas.
Las negociaciones para resolver el conflicto no han tenido éxito, y el plazo para una resolución amistosa ha sido cancelado. Alstom impugna las penalizaciones impuestas por Metrorex por los retrasos y se niega a reintegrar la garantía de buena ejecución. El embargo de las cuentas afecta el funcionamiento de Metrorex y arriesga retrasos en el pago de salarios, con el adelanto programado para el 27 de noviembre. Esta no es la primera vez que Metrorex enfrenta tales problemas financieros, teniendo una situación similar en 2024 con WeBuild.