El alcalde George Scripcaru ha decidido cerrar la calle después de que los especialistas constataran que el yeso de los edificios en ambos lados de la calle se desprende, representando un peligro para turistas y residentes. En esta calle se encuentran ocho inmuebles con apartamentos, la asociación de propietarios había solicitado anteriormente fondos para reparaciones. Las autoridades locales evaluarán el estado de los edificios y tomarán medidas de consolidación para reabrir la calle en condiciones de seguridad. El alcalde subrayó que la degradación de los edificios se ve acentuada por los fenómenos meteorológicos recientes y anunció planes para un proyecto técnico que incluirá trabajos de restauración, la instalación de puertas de acceso y sistemas de vigilancia por video.
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