
Después de la explosión en Rahova, Grădinița 54 de Calea Ferentari fue sometida a una verificación por parte de Distrigaz, que identificó fallos graves en la instalación de gas. El control llevó a la desconexión de la institución de la red de gas, y los problemas constatados incluyen electroválvulas y sensores defectuosos, así como tuberías agrietadas en la cocina.
Grădinița ha quedado sin calefacción y utiliza aparatos de aire acondicionado para hacer frente a la situación. La dirección ha solicitado una rectificación presupuestaria urgente de 34.000 lei para remediar los fallos, redirigiendo fondos destinados inicialmente a inversiones. Esta situación subraya la necesidad urgente de intervención para garantizar la seguridad y el confort de los niños.