
Tras la trágica explosión en el barrio de Rahova, las autoridades rumanas, a través de la voz del ministro de Energía, Bogdan Ivan, están considerando cambios legislativos para evitar la repetición de tales incidentes.
Ivan declaró que analizará el informe final de la investigación, que aclarará las responsabilidades y posibles lagunas legislativas.
Subrayó que los operadores del sector energético deben cumplir con obligaciones claras y que el incumplimiento de estas será severamente sancionado.
El ministro mencionó que Rumanía tiene una infraestructura energética obsoleta, con más del 60% de las redes eléctricas teniendo más de 65 años, lo que requiere auditorías periódicas.
Ivan subrayó la importancia de las verificaciones regulares, similares a las de las emisiones de gases en los hogares, para prevenir daños.
Además, afirmó que, si se determina que la legislación actual es demasiado permisiva, esta será reforzada, de modo que los operadores cumplan con reglas estrictas, similares a las aplicadas en Alemania.
Finalmente, Ivan subrayó que la ANRE es la única autoridad competente en la emisión de autorizaciones y supervisión de las empresas del sector.
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