Los rumanos que tengan dificultades para pagar sus deudas a los bancos se beneficiarán de una mayor protección frente a los cobradores de deudas, según una Ordenanza Gubernamental de Emergencia (OGE) adoptada por el Gobierno rumano.

Las nuevas normas, que transponen una directiva de la UE, obligan a los bancos a ofrecer soluciones de refinanciación y reestructuración a los clientes con dificultades de pago, independientemente del tipo de crédito. Las directivas también pretenden crear un conjunto común de normas a escala de la UE sobre los administradores de préstamos morosos para que el mercado sea más competitivo.