La pista del aeropuerto Henri Coandă se cerró durante 15 minutos después de que un piloto observara unos alicates y un destornillador en la pista dejados por un empleado.

El incidente se produjo a las 15.00 horas, cuando un piloto de avión observó los objetos en la pista. Por razones de seguridad, avisó a la torre de control y la pista se cerró durante unos 15-20 minutos para que el personal pudiera revisar la zona. La investigación indicó que un empleado de una aerolínea rumana dejó las tenazas y el destornillador en el tren de aterrizaje y cayeron a la pista durante el despegue.