
Tras la devastadora explosión en un edificio del barrio Rahova, el Consejo General del Municipio de Bucarest aprobó, en una reunión extraordinaria, la asignación de una ayuda financiera de 2,9 millones de lei del fondo de reserva. Este dinero se utilizará para el pago de alquiler y asistencia social para las personas afectadas, estimándose que entre 400 y 500 inquilinos han sido afectados.
El alcalde Stelian Bujduveanu aseguró que nadie quedará en la calle, y los equipos de la Alcaldía ofrecen apoyo inmediato, incluyendo alojamiento en hoteles. Hasta ahora, se han identificado nueve unidades de alojamiento, y las autoridades continúan ampliando las opciones disponibles. Aproximadamente un centenar de personas estaban en el edificio en el momento de la explosión y fueron evacuadas, incluidos los estudiantes y el personal del Liceo 'Dimitrie Bolintineanu', afectado por la onda de la deflagración.
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