La compañía ADX Energy Panonia, controlada por inversores británicos y australianos, se encuentra en conflicto con las autoridades rumanas tras la expiración de la fase de exploración del perímetro petrolero Parba, en el condado de Timiș.

ADX acusa retrasos en la regulación y restricciones de acceso que han impedido su actividad, mientras que la Agencia Nacional de Recursos Minerales le exige más de 4 millones de euros por obligaciones no cumplidas. A pesar de que ADX ha invertido más de 10 millones de euros en exploración, ha encontrado dificultades para acceder a áreas prometedoras debido a la expansión urbana y a la oposición de los propietarios de terrenos.

La compañía tiene la intención de impugnar las facturas emitidas por la autoridad y se reserva el derecho de solicitar indemnizaciones por pérdidas financieras significativas. Esta situación podría llevar a un litigio costoso entre ADX y el estado rumano.