La crisis del agua en Prahova ha llevado a los hospitales de Bucarest a prepararse para recibir pacientes, en el contexto de una alerta de salud pública. El Ministro de Salud, Alexandru Rogobete, declaró que los hospitales del condado han sido abastecidos con agua potable y doméstica, pero han suspendido las internaciones debido a la falta de agua corriente. Tras una reunión de emergencia, se decidió el suministro de agua embotellada de la reserva estatal.
Aunque no se han reportado casos graves que requieran el transporte de pacientes a Bucarest, los hospitales han bloqueado camas para estar preparados en caso de emergencia. El ministro subrayó la importancia de la monitorización y desinfección, teniendo en cuenta los riesgos de infecciones. Además, mantuvo conversaciones con los gerentes de los hospitales y las autoridades locales para gestionar la situación.