El consejero presidencial Radu Burnete anuncia que Lukoil está bajo la observación de las autoridades rumanas, que pueden analizar y bloquear la venta de operaciones en Rumanía.

Radu Burnete, asesor presidencial en temas económicos, declaró que la situación de la compañía Lukoil, que posee una refinería y estaciones de combustible en Rumanía, está siendo monitoreada de cerca por las autoridades. Si Lukoil decide vender sus operaciones, una comisión del estado rumano analizará la transacción y puede ejercer el derecho de veto, especialmente si existen dudas relacionadas con el comprador. Lukoil asegura aproximadamente el 25% de la capacidad de refinación de Rumanía, y actualmente, la refinería de Ploiești está parada por mantenimiento, y el combustible se está suplido a través de importaciones. Burnete mencionó que la adquisición de los activos de Lukoil por parte del estado rumano no está excluida, pero la decisión final pertenece a Lukoil. Además, las sanciones impuestas por el Tesoro de EE. UU. afectan a Lukoil y Rosneft, y las autoridades rumanas están preocupadas por las deudas de estas compañías y el impacto de su salida sobre la producción local. Rumanía está buscando soluciones para prevenir la interrupción del suministro de combustible antes de que las sanciones entren en vigor.