La ley obliga a diez plataformas en línea, incluyendo TikTok y YouTube, a bloquear a los usuarios menores de 16 años, bajo la amenaza de multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos. Meta ha solicitado que las tiendas de aplicaciones sean responsables de verificar la edad de los usuarios, en lugar de imponer a las plataformas que lo hagan. YouTube ha criticado la ley, afirmando que hará que los jóvenes australianos "estén menos seguros", ya que pueden acceder al sitio sin cuenta, pero sin los filtros de seguridad.
La ministra de Comunicaciones de Australia, Anika Wells, ha subrayado que la ley no resolverá todos los problemas de internet, pero ayudará a los niños a tener una experiencia mejor. Los grupos por los derechos de internet impugnan la ley, considerándola un ataque a la libertad de expresión. El interés global por las restricciones de Australia está creciendo, y otros países, como Malasia, planean medidas similares.
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