Los italianos están llamados a las urnas el domingo y el lunes para cinco referendos, entre ellos el de la reducción del plazo para obtener la ciudadanía y el de la modificación de la legislación laboral. Se teme que la participación no alcance el umbral del 50% necesario para validar el voto. El gobierno de Giorgia Meloni está desalentando la participación y la primera ministra ha anunciado que acudirá al colegio electoral pero no votará para impedir que se alcance el quórum.

El referéndum en Italia se centra en dos grandes propuestas: reducir de 10 a 5 años el periodo necesario para obtener la ciudadanía para los residentes extracomunitarios y derogar las leyes que liberalizan el mercado laboral. El gobierno presidido por Giorgia Meloni se opone a estas medidas y ha pedido la abstención para invalidar la votación. Los partidarios de la reforma calculan que 2,5 millones de personas podrían beneficiarse del cambio en la ley de ciudadanía. El sindicato CGIL también propone restablecer la protección de los trabajadores en el marco de una cultura favorable a las empresas.