El primer ministro británico Keir Starmer criticó la decisión de la policía de West Midlands de prohibir a los aficionados del Maccabi Tel Aviv asistir al partido de la Europa League contra el Aston Villa, programado para el próximo mes. Esta medida se tomó después de que la policía clasificara el evento como 'de alto riesgo', teniendo en cuenta los incidentes violentos del pasado, como los ataques a los aficionados del Maccabi Tel Aviv en Ámsterdam. Starmer declaró que es una 'decisión equivocada' y subrayó que el papel de la policía es garantizar la seguridad de todos los aficionados.
Las críticas también vinieron de un líder de la oposición, Kemi Badenoch, quien calificó la decisión de 'vergüenza nacional' y pidió garantías para la seguridad de los aficionados judíos en los estadios. El Consejo de Liderazgo Judío también condenó la prohibición, considerándola inaceptable. El club Aston Villa confirmó que los aficionados del Maccabi Tel Aviv no podrán asistir al partido del 6 de noviembre.
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