Bruselas, 13 de noviembre de 2025 – La eurodiputada Maria Grapini (S&D) ha llamado la atención, en el pleno del Parlamento Europeo, sobre la necesidad de que la Unión Europea mantenga un equilibrio entre las ambiciones climáticas y la competitividad industrial. Su intervención tuvo lugar en el marco del debate sobre las conclusiones del Consejo Europeo del 23 de octubre, donde la energía, los altos precios de la electricidad y la transición verde ocuparon un lugar central.
En su intervención, Grapini subrayó que la sostenibilidad no puede ser tratada por separado de la competitividad, y que las políticas europeas deben tener en cuenta las necesidades reales de la industria. Hizo hincapié en que las normas europeas deben ser "realistas y aplicables" para no sobrecargar a las pymes y permitir la conservación de los puestos de trabajo en Europa.
Según el transcript, Grapini insistió en la necesidad de coherencia legislativa, advirtiendo sobre el riesgo
de que las regulaciones fragmentadas o excesivas ralentizaran los proyectos industriales y redujeran la atractividad de la inversión. Su mensaje estuvo en línea con las posiciones expresadas por varios grupos políticos que pidieron simplificar los procedimientos y acelerar los permisos para los proyectos energéticos e industriales.
La eurodiputada rumana valoró el énfasis que la Comisión y el Consejo han puesto en la competitividad, pero pidió garantías de que la transición verde "no será pagada por los ciudadanos y las pequeñas empresas", un punto sensible en los Estados miembros de Europa Central y del Este. Subrayó la importancia de una política industrial europea coherente, capaz de ofrecer predictibilidad, acceso a financiación y reducción de la burocracia.
Las discusiones sobre competitividad, los altos precios de la energía y la necesidad de acelerar los proyectos de infraestructura energética dominaron el debate parlamentario. Varios eurodiputados criticaron los retrasos en la autorización de proyectos de energía renovable y pidieron a la Comisión herramientas adicionales para reducir las dependencias estratégicas de la UE.
La intervención de Maria Grapini se inscribe en este marco, reiterando la posición del S&D según la cual la transición verde debe ser social, justa y adaptada a las realidades económicas de los Estados miembros.
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