Ralf K., un gerente conocido de la marca de cerveza 'König Pilsener', fue encontrado muerto después de ocho años de desaparición, dentro de su coche, un Mercedes, aparcado en un garaje en Essen. Su desaparición tuvo lugar en febrero de 2017, cuando salió a una reunión de trabajo y no regresó. Su cuerpo fue descubierto accidentalmente por un administrador inmobiliario que verificaba un espacio desocupado.
El análisis de ADN confirmó la identidad del hombre, y la autopsia descartó una muerte violenta, sugiriendo suicidio. Ralf K. era apreciado en la industria de la cerveza y fue buscado por su familia y amigos, quienes hicieron llamados públicos por información. Las preguntas que quedaron sin respuesta incluyen quién sabía del garaje y las razones que llevaron a Ralf K. a recurrir a este trágico gesto.