Paul Lambrino, autodenominado 'Príncipe de Rumanía', recibirá el martes 18 de noviembre una decisión final de extradición desde Francia por parte de la Corte de Apelaciones de París. Las autoridades rumanas solicitan su entrega basándose en una orden europea de arresto, emitida para cumplir una pena de 3 años y 4 meses de prisión, tras su condena definitiva en 2020 en el caso de la restitución ilegal de la Granja Real Băneasa, con un perjuicio estimado en 145 millones de euros.
Si se aprueba la extradición, Lambrino será traído a Rumanía para cumplir su pena, cerrando así un capítulo importante de un caso muy publicitado. El Ministerio de Justicia se basa en una decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que estipula que los estados miembros deben entregar a los condenados fugados. En este caso, Lambrino fue arrestado en París el 7 de abril, y en el caso fueron condenadas 18 personas, incluidos empresarios israelíes.