Nicușor Dan convocó en el Palacio de Cotroceni a los representantes del sistema de justicia y de la coalición de gobierno para discutir la Ley de jubilación de los magistrados, pero las negociaciones no llevaron a un acuerdo. Los magistrados rechazaron la propuesta de tener pensiones más bajas que los salarios, solicitando un aumento del período de transición para la jubilación a 17 años, mientras que la coalición ofreció un aumento de 10 a 15 años. Además, los magistrados pidieron que la pensión se calcule al 65% del salario bruto, solicitud rechazada por el primer ministro Ilie Bolojan.
El Consejo Superior de la Magistratura (CSM) subrayó que las soluciones propuestas deben ser equilibradas y conformes con la jurisprudencia de la Corte Constitucional. También se discutió un Acuerdo para la Justicia y la Estabilidad Institucional, apoyado por todos los representantes del sistema judicial, que podría asegurar la estabilidad y el respeto a la justicia en Rumanía.
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