Una mujer rumana de 48 años, (por motivos de seguridad llamada "LD"), llegó a los tribunales después de ser atacada por su vecina, (por motivos de seguridad llamada "CS"), también de 48 años, quien utilizó una taza de café rota como arma. El conflicto entre las dos mujeres escaló de insultos y amenazas a una violencia física extrema, dejando a la víctima con cicatrices permanentes en la cara. LD relató cómo su vida y la de su hija se han visto profundamente afectadas, viviendo con miedo y necesitando ayuda psicológica. CS, que se encuentra bajo arresto domiciliario, niega las acusaciones, afirmando que fue provocada por la rumana. El Tribunal de Monza analizará el caso, y la próxima audiencia está programada para marzo, cuando podría pronunciarse una sentencia.
martes 15:15
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